Cuando esté cerca de finalizar una sesión de extracción, su flujo de leche empezará a disminuir o detenerse y notará sus pechos más blandos y menos llenos. Un pecho nunca se «vacía» realmente, pero con estas pistas le resultará evidente que su cuerpo ha liberado tanta leche como era posible en esta sesión en particular y que puede dejar de extraerse.