Puede que durante tu embarazo y tras el parto pienses que no eres tú misma. Es hora de comenzar a pensar en ti, pero ¿cómo hacer eso y no sentirse culpable?

¡El primer paso es reconocer que ser de nuevo tú misma no significa que no quieras ser «mamá»!

Como madres nunca tenemos tiempo suficiente para nosotras mismas. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a la peluquería, te arreglaste las uñas, recibiste un masaje o tomaste una taza de café por tu cuenta? ¿hace mucho tiempo? Si crees que eres una superwoman, recapacita, podrías agotarte antes de tiempo y es bueno tomar un respiro solo para ti.

Prioriza las cosas que necesitas hacer durante el día y retrasa las cosas que se pueden hacer otro día. No puedes llevarlo todo y es importante que te coloques en la parte alta de tu lista de prioridades. Reserva un momento de tranquilidad para ti, puede incluso que tu bebé aprenda más sobre ese momento y disfrute haciendo actividades relajantes.

Intenta centrarte en una tarea solo y hazlo de forma rápida para que no tengas la sensación de que hay muchas cosas por hacer y así puedas relajarte. No tengas miedo de delegar pidiendo ayuda a familiares y amigos. ¡Comparte esa tarta que alguien te ha traído con un café «sin bebé»!

Aunque es difícil, evita decir «sí» a todo lo se te pida. Las personas que te rodean también tienen que priorizar sus vidas y el hecho de que no hayan resuelto un problema o situación no supone que tú tengas que resolverlo por ellos. Está bien que entiendan y sepan que habrá momentos en los que algo se tiene que quedar sin hacer. Asegúrate de que adquieres la costumbre de pensar en tu tiempo y tus prioridades antes de comprometerte a ayudar a los demás. Al reducir la velocidad y priorizar tu vida, no tendrás tanta prisa todo el tiempo y podrás organizar tus planes sin sentirte estresada.

Si vuelves a trabajar, trata de no llevártelo a casa. Pero si tienes que trabajar en casa, hazlo en un momento específico para que no coincida con otros momentos como comer, pasar tiempo con tu bebé o hacer malabarismos con las rutinas del día a día de la casa. Pasar un tiempo tranquilo y amamantar a tu bebé sin ninguna otra interrupción, os ayudará a pasar tiempo de calidad juntos y a reconectarte después de un largo día. Cuando estés en el trabajo, concéntrate en el mismo y trata de no preocuparte por tu bebé. ¡Estar de vuelta al trabajo es parte de «tu tiempo»!

Será difícil, tendrás que hacer malabarismos para ser madre y volver a ser tu misma, pero valdrá la pena si puedes tomarte un tiempo para recargar las baterías del «yo» antes de volver a ser «mamá». No te sientas culpable por ser «tú» nuevamente, es saludable para ti y para tu bebé.